Rosarito amanecio nublado y...

Profundamente nostálgica muerdo treinta y seis lágrimas. Prefiero entrecruzarte en mis dedos, guardar la noche en el pecho, recordar el cielo de las 4.p.m. del diciembre aquel cuando la música envolvía los cuerpos,Luego la lluvia del azar, el paraguas abierto, las calles encharcadas, el frío en los huesos, el camino a casa. Lugar pequeño donde te amé intensamente. El deseo brillaba en tus pupilas. Era inevitable amar, cómo no entregarme entre tus piernas. Estamos suficientemente lejos para no estar cerca. Las noches. El olvido es tan difícil. Mis pensamientos incongruentes. Tengo palabras angustiadas en la yema de los dedos.