TENGO UNA CASA NUEVA

dejamos el mar, los atardeceres, el aroma a sal, y lo cambiamos por la ciudad.

Puede parecer un mal trueque, pero a cambio tenemos mas espacio, un patio, una cocina mas amplia, la cercania de los empleos y las escuelas y lo mas importante de todo: un lugar donde empezar de cero.

Los muebles han sido acomodados de diferente manera, se cambiaron las cortinas, el color de las paredes... hasta las plantas resintieron el cambio, y el cambio es bueno.

Es curioso como algunas personas no saben para quien trabajan, pueden intentar hacerte daño, quitarte lo tuyo, humillarte, y el resultado es todo lo contrario, caes parado, sales mas liempio dejando atras a los que se embarraron hasta los codos de mierda, oliendo mal.

Me gusta pensar que no soy la unica que puede -y quiere- empezar de nuevo, que no soy la unica que abre sus espectativas a una vida mejor, mas tranquila, mas armoniosa.

Carlos y yo estamos parados ahi, en ese infinito que es una raya azul.