RESCATE 911

El paramedico tiene unos ojotes hipnotizantes, de un color que cambian segun el color de ropa que lleva puesto. Caleidoscopicos pues, o por lo menos así me parecieron cuando lo ví sonreir la primera vez.
Olía tan bien, y sus palabras eran suaves y melodiosas, como los acordes de un piano clasico, aunque pensandolo bien el toca el saxofon... pero no, sus palabras no son sino acordes de un piano clasico y profundo.

El paramedico me gusta.

Cada que hablo con el descubro rinconcitos comodos donde me gusta quedarme, anidada entre su pecho y arrullada por su conversacion. Podría escucharlo hablar horas enteras.

Pienso en el. Pienso que el piensa en mí; egoista, ya se, pero que mujer no lo es?

En las noches lo repaso una y otra vez, empezando por sus ojos, labios, pecho, brazos...ahhh como me gustan sus brazos con los que me apreto alguna vez.
Lo repaso en mi mente, lo describo, lo dibujo en la sabana, lo imagino, una y otra vez hasta quedarme dormida.
Despierto apresurada pensando que si tengo la suerte de chocar, mi paramedico vendra a salvarme, con sus ojos, sus brazos, sus conversaciones; quiza con una ferula, porque no?