Todo lo que pido se me da, y eso es una maldicion.
Por eso a veces desear, anhelar es mejor.

Hace unos años tenia un abrigo hermoso del color del vino . Planeaba usarlo con ese vestido negro y botas altas, mi cabello rizado y un poco alocado, mucha sombra negra alrededor de mis ojos y los labios gruesos, rojos, brillantes , lamiendo la esperanza de ser besados por ti, mordidos, masticados hasta derramar gotitas de sangre una vez desnudos.

Llovia.
Las luces del puerto parecian la alucinacion de una pastilla prefabricada para locos. Se acercaba la hora y el corazon se me volteaba. Me sente en la ventana : el agua se escurria y yo me la aprendia de memoria, planeaba escurrirme sobre tu cuerpo una y otra vez, escurrirme por tu nuca, escurrir mis brazos en tu melena ceniza.
Llego la hora, llame al taxi.

Me baje y corri como loca por ese pasillo ridiculamente largo donde al final estaba ese piano tan fuera de lugar, que tus dedos recorrian, y tu cuerpo se balanceaba como si no supieras que yo estaba ahi, jadeando, mojada con el cabello hecho un asco por la lluvia, el maquillaje escurrido, el abrigo apelmazado y encima soportaba la pestilencia de ese cigarro habano tan pretencioso.
Me sacudi la mayor cantidad de agua posible que se "escurria" de manera tan poco sensual que hacia que me hirviera la sangre

-porque no puedes fumar cigarros como persona normal? o mejor aun, no fumes, apestas el lugar
-Fumo porque me gusta hacerte encabronar, ademas, pareces una puta barata, mojada y ofendida.
-Go to hell Tom!
-hell's to hot, think I'll stay right here, where it's nice and damp.

Me regrese, tan triste, oliendo a porqueria, habia parado de llover, habian encendido las lucecitas de carnaval alrededor de los arboles.
Los jardines de las casas olian a Tierra, a flores, a bonito, agradecidos de haber bebido.
Y yo tan triste, tan perdida, tan sola como un tango en la noche humeda.

Por eso quiza ya no deseo realmente nada.
Me quedo con las ganas de algunas cosas y luego las veo desaparecer, generalmente despues de que llueve.