SE FUE Y VOLVIO

Noche: Suspenso en el aire, puntos brillantes, denso silencio, azul petróleo. Ojos: Míos, ansiosos, atónitos, entregados, ingenuos. La noche ajena, los ojos propios y rotos. Creer, empeñarlo todo, perder, defraudar la esperanza. Seguir incansablemente, detenerse y perderlo todo: el nombre, los ojos, las manos, las huellas dactilares, el sabor de la boca, el seno izquierdo, los dedos meñiques. Armarme con misterio, de mirada recóndita, de color amarillo, de recuerdos seleccionados, de pocas personas, de poco corazón y mucha alma, silenciosa, callada. Vestirme con un tacto para sentir hondamente, para tocar las entrañas, para taladrar cabezas. La cabeza, quitarlmela, hacer origami con ella. Los ojos, míos, ansiosos, atónitos, entregados, ingenuos, profundos como para no penetrar en ellos. Volverme intocable y sensible, espejo transparente de sensaciones. Dormir con ojos abiertos y no cerrarlos nunca más.